viernes, 24 de febrero de 2012

Primera noticia.

Queridos lectores:

Aun sintiéndome un tanto ridículo por escribir para nadie o para todos, quién sabe, he aquí la primera entrada, tentativa, de mi nuevo y fastuoso blog, a través del que espero dar cuenta de mi paradero y situación personal de vez en cuando, mientras duren mis vacaciones.

En cuanto al título del blog, a los que conozcáis mi pedante naturaleza no os sorprenderá. Quería ponerle carpe diem, para que cada vez que algún valiente lo consultase recibiera una pequeña dosis de ánimo, por si le pudiera ser de provecho (incluyéndome a mí). Pero claro, ese título ya estaba ocupado.

Este tampoco está mal. Nada de "mi gran viaje", ni "el sueño de mi vida", ni "me he pirado y a ver qué pasa", ni "volveré", ni siquiera un título en sánscrito que mueva a la introspección silenciosa. Más sencillo: vivir en paz. Pero en latín, que además de bonito es culto y promueve la conservación de lenguas en peligro de desaparición (habida cuenta de que en el único país que lo tiene como idioma oficial no se producen nacimientos).

En aproximadamente un mes comenzaré el viaje. El viaje del que se supone ya estáis avisados y que da sentido a este blog, claro está. Hasta entonces compagino algo de nervios con los preparativos y el trabajo, nada especial, sólo que en esta ocasión mi afán de no dejarme cosas sin preparar debidamente me somete a una presión algo más intensa que ante cualquier otro viaje de menor duración.

Y no quiero terminar sin dar público reconocimiento (mal que a su discreto carácter le pueda parecer) a Rocío, cuyo amor es el agua que bebo y cuyo apoyo es el que hace (o más bien hará, pues aún estoy aquí) posible que me vaya a ver mundo como siempre he ansiado.

Por hoy basta, que no quiero perder lectores ya desde el primer instante.
Abrazos para todos.